Aix-en-Provence, en la provincia de Provenza, en el sur de Francia, es una ciudad hermosa e histórica. Aix-en-Provence atrae a visitantes de todo el mundo gracias a sus impresionantes edificios, su extensa historia y su cultura relajada.
La ciudad ha estado habitada desde la época romana, y fue un importante centro cultural durante la Edad Media y el Renacimiento. Pasear por los callejones empedrados del casco antiguo, que están bordeados de edificios y plazas históricos, es una forma popular para que los visitantes de hoy en día aprendan sobre el fascinante pasado y el impresionante presente de la ciudad.
El Cours Mirabeau es un camino grandioso y exquisito en Aix-en-Provence que sirve como una importante atracción turística. Tanto los lugareños como los visitantes acuden en masa a esta calle arbolada para relajarse y disfrutar de las vistas y los sonidos de la ciudad. La magnífica Fontaine de la Rotonde del siglo XIX se encuentra en un extremo del Cours Mirabeau.
La Catedral de Saint-Sauveur es un impresionante ejemplo de arquitectura románica y gótica, y es solo una de varias atracciones antiguas en la ciudad de Aix-en-Old Provence. El Musée Granet, que exhibe una destacada colección de arte y antigüedades de la región, es solo uno de los muchos museos de la ciudad.
Los numerosos parques y jardines de Aix-en-Provence son otro gran atractivo, ya que proporcionan un entorno tranquilo en el que disfrutar del impresionante paisaje de la región. En contraste con el principal parque público de la ciudad, Parc Jourdan, que se encuentra en su mismo centro, el Jas de Bouffan, una hermosa mansión rural que originalmente perteneció al pintor Paul Cézanne, se encuentra en las afueras.
La ciudad de Aix-en-Provence también tiene una vida cultural próspera, con eventos y festivales que ocurren a menudo durante todo el año. El Festival d'Aix-en-Provence es un festival internacional de ópera que se celebra anualmente en la ciudad y es considerado uno de los mejores del mundo. La Fête de la Saint-Jean y la Fête de la Music también son celebraciones muy concurridas que tienen lugar en el solsticio de verano.
Por último, pero no menos importante, la comida de Aix-en-Provence es conocida en toda Francia. Los platos populares de la región incluyen bullabesa, ratatouille y socca. En la ciudad se pueden encontrar muchos cafés, bistrós y restaurantes que sirven comida francesa y no francesa.